Y se hizo el primer encuentro

El 19 de noviembre de 2010, un grupo de 22 compañeros de la Casa de la Cultura “Los Compadres del Horizonte”, junto a compañeros de otros espacios culturales, partimos hacia Mar del Plata. Con muchas ganas de encuentro, entre nosotros y con otros, fuimos al 1º Encuentro Nacional de Espacios Culturales Autónomos, en el Centro Cultural América Libre.
A lo largo de dos días conocimos, desde el debate y la discusión, otras realidades de distintos espacios que día a día, llevan adelante la misma lucha que nosotros: intervenir desde la cultura construyendo espacios de resistencia.
Pero… ¿Por qué resistimos? ¿A qué resistimos? Resistimos a caer en las lógicas mercantiles con las que el sistema nos inunda y atraviesa; resistimos a considerar al otro como un objeto; resistimos a creer que no se puede; resistimos a las miradas unidireccionales, sesgadas; resistimos a entender la realidad como un desarrollo lógico deductivo; resistimos a creer que solamente puede hacerse cultura desde un lugar, una posición. Porque creemos que existen y están presentes las lógicas de solidaridad, lo humano, el compromiso mutuo; porque somos compañeros, hermanos; porque creemos que es posible; porque creemos en la diversidad de opiniones y visiones críticas; porque somos fuerzas desde donde se construye la realidad, desde donde la construimos; y porque nada está predado, ni determinado. Porque soñamos con que cada rinconcito de esta tierra tenga espacios propios en los que pueda hacerse oír.
Participamos 23 espacios, quienes decidimos reunirnos un fin de semana para entender que nuestras prácticas son comunes a lo largo y ancho de la Argentina.
Porque así como cada uno de nosotros decide organizarse junto a otros sabiendo que solo no se llega muy lejos, como organizaciones culturales decidimos construir una instancia de articulaciónque nos evite caer en la construcción limitada y reducida, entendiendo que tenemos complejidades particulares y reivindicaciones comunes. Nuestra intervención no es casual ni vacía. Mucho menos pretende ser aislada.
Este primer encuentro significó un acto de prueba a nosotros mismos, en donde nos permitimos pensar formas de construcción comunes, superando las diferencias que particularizan a cada espacio, y siendo tolerantes ante las distintas miradas que tenemos sobre la realidad, porque nos une mucho más que lo que nos separa. Sin pretender mimetizarnos elaboramos desde aquello que nos une, acciones colectivas de intervención… porque la unión hace la fuerza… cimentando las bases del camino que decidimos recorrer juntos.
Nos encontramos, no casualmente, en un contexto histórico en el que nos permitimos hacerlo.
Dependerá de nosotros seguir leyendo los momentos para entender desde dónde y de qué forma debemos construir, para lograr que estas intervenciones respondan a necesidades y signifiquen un aporte a las experiencias organizativas.
Este primer encuentro presume que habrá otros. Esperemos no solamente encontrarnos con más fuerza y experiencias comunes; sino con nuevos espacios, que sumen ideas y ganas, que renueven energías. Ese es nuestro compromiso hacia noviembre de 2011, dónde Santa Fe nos espera.
El desafío está planteado.