domingo, 11 de septiembre de 2011

Sarmiento en los pedestales, los docentes en las calles

¿Qué significa el día del maestro hoy?
En la Comisión Carlos Presente (Co.Ca.Pre.) de Ciudad de Buenos Aires participamos maestros y estudiantes de profesorados pertenecientes a diferentes organizaciones. La conformación de la comisión se dio ante la pasividad de sindicatos y partidos políticos frente al asesinato planificado del maestro Carlos Fuentealba. Este hecho aconteció en el marco de una represión a un corte de ruta por mejoras laborales, el 4 de abril del 2007 en Arroyito, provincia de Neuquén. Uno de los objetivos de la Comisión es difundir y movilizarnos exigiendo justicia. Con este andar, se logró en el 2008 la condena al oficial José Darío Poblete responsable material del hecho. Pero detrás del ejecutor se encuentran los responsables políticos del asesinato. Hay claras pruebas de que hubo una orden desde las altas cúpulas del gobierno neuquino y de su policía de disparar contra los maestros aquel 4 de abril. En esta causa, denominada Fuentealba II, está acusado Jorge Omar Sobisch, gobernador de Neuquén en ese entonces y una de las cabezas políticas del Movimiento Popular Neuquino, partido político que gobierna la provincia desde 1962. Actualmente, nos encontramos exigiendo justicia completa ya que la causa Fuentealba II se encuentra en un largo encajonamiento producto de una alianza histórica entre el MPN y el poder judicial neuquino.
Por otro lado, la Co.Ca.Pre. Buenos Aires se constituyó como un lugar de reflexión acerca del rol y la militancia docente en la actualidad, pensando a Carlos Fuentealba como un ejemplo docente y militante. En este sentido, desde la Co.Ca.Pre nos parece importante pensar qué imagen de docente se evoca tradicionalmente el 11 de septiembre y qué docente debemos reivindicar en la actualidad.
Hace 123 años, un 11 de septiembre, Sarmiento, "padre del aula", fallecía. Hace 68 años que ese día es nombrado y celebrado en nuestro país como el "Día del Maestro". A lo largo de la historia de la educación argentina, se construyó la imagen de un docente escindido de su rol como trabajador. Este docente trabaja por vocación y no por un salario. Cuando se piensa en este tipo de docente, se presenta la imagen de la típica maestra egresada de la Escuela Normal comprometida con la homogeneización y socialización, en el sentido más frío y disciplinador, de sus alumnos. La relación de este docente con sus alumnos asimétrica. El docente concentra la luz del saber que trasmite desde el estrado, al alumno cual sujeto depositando objetos en una caja vacía. Su misión es impartir y difundir los valores y tradiciones nacionales con el fin de expandir la identidad nacional, que como bien se sabe fue forjada sobre la sangre y el silenciamiento de los de abajo.
En contraposición a esta imagen, planteamos la reivindicación de una imagen de docente que vemos reflejada en la figura de Fuentealba. Un docente en movimiento, inmerso y comprometido con la realidad de sus alumnos y de sus compañeros, no una estatua de mármol estática e inmutable. Era un maestro que se reconocía como un trabajador y que reclamaba por sus derechos a la par de sus compañeros, no desde pedestales o estrados. Carlos Fuentealba luchaba y trabajaba por transformar la realidad y no reproducirla, desde el aula con sus alumnos y en las calles con sus compañeros. Y por sobre todas las cosas, era tan humano como sus alumnos y no un ser superior iluminado por el conocimiento.
Aquel 4 de abril del 2007, no se planificó la muerte de Carlos Fuentealba, sino que se ideó el asesinato de este tipo de docente, del docente en movimiento, comprometido con la transformación de la realidad. Pero no pudieron, ya que continuamos avanzando. Es por eso que el 11 de septiembre seguimos el ejemplo de Carlos y de muchísimos otros docentes y salimos a la calle. Porque ahí es donde hay que dar la pelea. Ése es el lugar que elegimos para exigir una educación digna, para festejar, y para enseñar. Porque un docente que lucha, es un docente que enseña.

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